Hola eruditos y conocedores de la antigua Mesopotamia:
Os dejo aquí fragmentos de el Poema de Gilgamesh. Haced los siguientes ejercicios.
- Teniendo en cuenta el argumento, ordena los fragmentos.
- ¿De qué trata cada uno?
- Elige una expresión que te haya parecido curiosa o llamativa ¿qué crees que significa? ¿por qué expresa esa idea así?
- Elige tu fragmento favorito, ¿por qué es el que más te ha gustado?
I
La hieródula (sacerdotisa) dijo al divino Enkidu:
-“Eres exquisito, divino Enkidu,
¿por qué vagabundeas por aquí y allí
con las bestias de la estepa?
Tú eres como un dios,
¿quién entre los hombres es como tú?”
II
…
“Todo lo que yo poseía lo cargué en un barco,
toda la plata que tenía lo cargué,
cuantas especias vivas tenía lo cargué.
Hice subir al barco a mi familia y a mis parientes,
hice subir a los animales domésticos y salvajes y a todos los artesanos.
Cuando aparecieron las primeras luces del alba,
una nube negra se alzó en el horizonte:
en su interior Adad no cesaba de rugir,
Erragal arrancó las compuertas,
Ninurta llegó e hizo desbordar los diques,
los annuki blandieron antorchas
que con su fulgor divino inflamaron la tierra.
El silencio de muerte de Adad recorría el cielo
y todo lo que había sido luz se tornó oscuridad.
Las columnas de la tierra se rompieron como una jarra.
Durante todo un día la tempestad se desencadenó,
impetuosamente se desencadenó y provocó el diluvio,
su violencia sobrevino sobre las gentes como una batalla,
a causa de las trombas de agua no se veían unos a otros.
Los dioses entonces, llegaron a espantarse ante el Diluvio
y huyendo, subieron hasta el cielo de Anu.
Acurrucados como perros los dioses de agazaparon fuera…”
III
Gilgamesh llora por causa de su amigo Enkidu,
llorando amargamente vaga por la estepa:
-¿Debo morir yo también? ¿No seré semejante a Enkidu?
La angustia ha entrado en mis entrañas
el temor por la muerte me hace vagar por la estepa.
Lo que ha ocurrido a Enkidu, mi amigo, me obsesiona.
A través de un largo camino recorro la estepa,
¿cómo callarme? ¿cómo guardar silencio?
Mi amigo, al que yo amaba, ahora es como el barro.
¿No iré, como él, a acostarme para no levantarme nunca más?
Yo he llorado por él días y noches,
no permití que se le enterrase
-para ver si mi amigo se levantaba ante mis lamentos-
durante siete días y siete noches
hasta que los gusanos cayeron de su nariz.
Desde que partió en vano he buscado la Vida
no ceso de errar como un bandido a través de la estepa.”
IV
Enkidu permanecía postrado: un primer día, un segundo día
sin querer abandonar el lecho, la enfermedad de Enkidu empeoraba.
Un tercer, un cuarto día ocurrió lo mismo,
un quinto, un sexto, un séptimo siempre lo mismo,
un octavo, un noveno, un décimo siempre lo mismo;
la enfermedad de Enkidu se agravaba aún más,
al undécimo y al duodécimo día la enfermedad lo acababa.
Enkidu, entonces, se incorporó con fuerza en su lecho
y gritando dijo: “Me salvó Gilgamesh en la lucha,
¿por qué mi amigo me abandona ahora?
Como me había dicho una vez en Uruk,
él acudió en mi ayuda cuando tuve miedo de combatir;
tú y yo triunfamos juntos, ¿por qué me abandonas ahora?